Paquetes de pasta filo rellenos de queso brie y bacon

Hace poco tuvimos comida familiar en casa para una celebración de cumpleaños. Mi madre tenía mucha curiosidad en probar el botillo, donado por mi suegro, que los hacen tradicionalmente cada año, tras la matanza de los cerdos.

La verdad es que teníamos un poco de miedo, ya que de primeras es una comida difícil, y con el tiempo le empiezas a coger el gustillo, al menos eso me ha pasado a mi. Posible consecuencia: La familia iba a pasar un poquillo de hambre. Así que además de los entrantes habituales, decidí poner algo diferente para que comieran algo «los pobrecicos». Paquetes de pasta filo rellenos de queso brie y bacon.

Es muy sencillo de hacer y quedarás estupendamente, muy resultón.

Por cierto, finalmente para mi sorpresa, ¡les gustó a todos el botillo!

Paquetes de pasta filo rellenos de queso brie y bacon

Ingredientes para los paquetes de pasta filo rellenos de brie y bacon

  • Paquete de pasta filo refrigerada
  • Queso Brie
  • Bacon ahumado
  • Una cucharada de licor Kirsch (opcional)
  • Pimienta
  • Mantequilla derretida
  • Pipas peladas (se puede sustituir por semillas de amapola, sésamo, otro fruto seco entero o troceado según el tamaño, etc.)

Realización de los paquetes de pasta filo rellenos de brie y bacon

En un bol mezclamos el queso brie y el bacon, ambos cortado en trozos pequeños. Añadimos una cucharada o chorrito de Kirsch, que al queso le va muy bien, como ya vimos con la fondue de queso. Y añadimos un poco de pimienta negra molida.

Pasamos a realizar los paquetes o triángulos de pasta filo con el relleno que hemos realizado.

Estiramos las hojas de pasta filo sobre la encimera. Cortamos una tira más o menos ancha, dependiendo del tamaño que queramos que tengan nuestros triángulos. Ponemos en una esquina una pequeña cantidad del relleno y vamos doblando la masa, tal y como muestra la imagen.

Cómo hacer los triángulos de pasta filo

Una vez hayamos terminado los pincelamos con la mantequilla derretida y espolvoreamos con las pipas.

Ponemos los triángulos sobre una rejilla de horno cubierta con papel de horno y los introducimos en el horno precalentado a 180 grados hasta que estén dorados. Y ¡a disfrutar! ¡Pero cuidado que queman!

¿Tienes algún relleno secreto que deje a los comensales con la boca abierta? Si quieres compartirlo con nosotros, ponlo en forma de comentario. Yo he probado otros que ya te enseñaré más adelante.

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