No hay nada que me guste más que me sorprendan en mi cumpleaños con un buen sitio para comer y ese fue mi excelente regalo de cumpleaños de este año, ir al restaurante DiverXO, del chef Dabiz Muñoz con tres estrellas Michelín, que desde que oí hablar de él tenía una curiosidad….
Cuando salí del restaurante y me pedían que describiera la experiencia, la verdad que resultaba verdaderamente difícil. Lo único que se me ocurría decir es que era como cuando fui por primera vez al Circo del Sol. Oyes circo y no piensas que vaya a ser semejante espectáculo. Lo mismo me pasó en DiverXO, no solamente vas a comer.
Desde que entras empieza la función con un paseo por cocina… Puf! Qué emoción! Con lo que me gustan! Nos sentamos en nuestra mesa en un tubo de cortinas, que a medida que se iba desarrollando la comida, se iban abriendo y dejando ver poco a poco el resto del comedor y su ambiente.
Ya sentados a la mesa nos anuncian los dos tipos de menús, de los cuales elegimos el pequeño por recomendación acertada del camarero y nos proporcionó el orden de los 13 platos del menú (y cada uno de ellos constaba de 2 o 3 lienzos, que llaman ellos) en el que lo vamos a tomar. En la imagen que hay a continuación puedes ver los que fueron seleccionados en esta ocasión. Yo me considero una persona que come «bastante» y a partir del sexto lienzo, se me empezó a complicar la cosa. ¡Eso si! Sin poder parar, ya que cada uno de ellos, desde el primero al último, estaba lleno de matices, sabores y texturas diferentes.
Como puedes ver en el menú, se trata de un viaje por la historia de la gastronomía de varios países, que si te gusta probar cosas nuevas, disfrutarás como un niño chico, servidos de una manera única, que te hace ver que tanto el menú como el espectáculo están pensados minuciosamente. Si tuviera que decir los que más me gustaron, tarea bastante difícil, serían el Sandwich crujiente de rabo de toro al mole negro (parte del lienzo 1) y la Gamba roja a la «Robata japo» (parte del lienzo 2) y el que menos…. el Char siu bao (parte del lienzo 12). Pero como en todo… para gustos….colores.
Durante la degustación de la larga lista de platos, habrá alguna que otra sorpresa, que los camareros te anunciarán de forma divertida y que si te gusta la aventura no te importará ni lo más mínimo, aunque me imagino que habrá gente que no será de la misma opinión.
Todo esto en un ambiente distendido, nada formal, con camareros cercanos y que te hacen sentir realmente a gusto. Esto, por otro lado, también puede disgustar a personas que estén esperando el servicio tradicional.
Y como siempre hay algún punto un pelín negativo, (por otro lado, ampliamente compensado con el resto de la experiencia), y que en parte considero que es debido a la fama y a lo estrellado del restaurante. Una lista de espera de 9 meses para ir a comer sin poder elegir día ni hora, con un prepago de una cantidad para poder realizar dicha reserva, y por otro lado, evidentemente el precio, ya que no es apto para todos los bolsillos (pero un día es un día y que me quiten lo bailao).
En resumen, una experiencia que aunque sea una vez en la vida, deberías probarla.
Tenía muchas ganas de ir, después de leerte tengo más ;))
Muchas gracias Laura!!