¡Lo confieso! No me gustan los dulces de Navidad… No sé si cuando era pequeña comí más de lo que podía resistir el resto de mi vida pero el caso es que pruebo alguno y ya tengo suficiente hasta las próximas navidades.
Pero hay un dulce que hace tiempo que quería hacer a mi padre ya que a él le encantan y son los Roscos de vino de Málaga. Siempre estamos probando cuales son los mejores, diferentes zonas, tamaños, con anís… y últimamente son los únicos que él se permite.
Espero que os gusten tanto como a mi familia.
Ingredientes para hacer los roscos de vino de Málaga
- 310 gramos de harina de fuerza
- 310 gramos de harina de repostería
- 100 gramos de avellanas tostadas
- 240 gramos de azúcar glas
- 250 gramos de manteca de cerdo ibérico
- 1/2 cucharadita de canela molida
- 250 gramos de vino de Málaga
Preparación de los roscos de vino de Málaga
Mezclamos en una bandeja de horno o sartén grande los dos tipos de harinas, tanto la de fuerza como la de repostería. Yo utilicé la bandeja para tostar la harina en el horno a 130 grados. Vamos removiendo cada 5 minutos aproximadamente durante unos 20 minutos o hasta que la harina empieza a coger un poco de color.
Mientras tanto podemos ir triturando las avellanas en el robot de cocina que tengamos o en un mortero. (Si utilizamos Thermomix®, 5 segundos velocidad progresiva 5-10).
A las avellanas trituradas, añadimos la mezcla de las harinas una vez tostadas, 120 gramos de azúcar glas, la manteca en trocitos, la canela y el vino y mezclamos bien con ayuda de nuestro robot de cocina o con las manos. (Thermomix®: 30 segundos velocidad 6)
Sobre una superficie enharinada o cubierta con un papel de cocina, ponemos nuestra masa y con un rodillo, extendemos la masa hasta que tenga un grosor uniforme de aproximadamente 1 centímetro. Si no tienes un rodillo que tenga medidas para el grosor, puedes poner dos listones de un centímetro de grosor a los lados de la masa y que haga de tope con el rodillo.
A continuación hacemos los roscos. Puedes utilizar cortapastas redondos o algo similar. Yo hice de dos tamaños para aquellos que prefieren un rosco de «bocado» y utilicé desde un cortapastas y un descorazonador de manzanas para los roscos más grandes y un vaso de chupito y una boquilla de manga pastelera para los roscos más pequeños.
Vamos poniendo nuestros roscos en una bandeja de horno cubierta de papel de hornear y recuperamos la masa que hay entre los roscos. Volvemos a extender y realizar roscos hasta que acabemos con toda la masa.
Horneamos durante 15 – 20 minutos o hasta que los roscos empiecen a tomar un poco de color.
Dejamos enfriar sobre una rejilla de horno y espolvoreamos con azúcar glas.
¡Feliz Navidad a todos!
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